miércoles, 22 de diciembre de 2010

EL GRAN MAESTRO METAFISICO, JESUS

Voy a ir más lejos. Esa nada que sostiene al todo es lo que algunas personas llaman Dios. Pero eso tampoco resulta acertado, puesto que sugiere que existe algo que Dios no es; a saber, todo lo que no es «nada».
Pero Yo soy Todas Las Cosas -visibles e invisibles-, de modo que esta descripción de Mí como el Gran Invisible, la Nada, el No-Espacio, una definición de Dios esencialmente Mística, al modo oriental, no resulta más acertada que la descripción esencialmente práctica, al modo occidental, de Dios como todo lo visible. Quienes creen que Dios es Todo lo Que Es y Todo lo Que No Es son quienes lo entienden correctamente.
Ahora bien, al crear lo que está «aquí» y lo que está «allí», Dios hizo posible que Dios se conociera así mismo. En el momento de esta gran explosión de su interior, Dios creó la relatividad el mayor don que se hizo nunca a sí mismo. De este modo, la relación es el mayor don que Dios os hizo nunca; pero discutiremos este aspecto más adelante.
Así pues, a partir de la Nada surgió el Todo; por cierto, un acontecimiento espiritual del todo coherente con lo que vuestros científicos llaman la teoría del Big Bang.
Como todos los elementos se hallaban en movimiento, se creó el tiempo, puesto que algo que primero estaba aquí luego estaba allí, y el periodo que empleaba en ir de aquí a allí resultaba mensurable.
Exactamente como las partes de Sí mismo visibles empezaron a definirse por sí mismas, unas «en relación» con las otras, así sucedió también con las partes invisibles.
Dios sabía que, para que existiera el amor -y se conociera a sí mismo como puro amor- había de existir también su contrario. Así Dios creó voluntariamente la gran polaridad: el opuesto absoluto del amor -todo lo que el amor no es- que ahora llamamos temor. Desde el momento en que existía el temor, el amor podía existir como algo que se podía experimentar.
Es a esta creación de dualidad entre el amor y su contrario a la que se refieren los humanos, en sus diversas mitologías, como el nacimiento del diablo, la caída de Adán. la rebelión de Satán, etc.
Del mismo modo que habéis decidido personificar el amor puro en el personaje que llamáis Dios, también habéis decidido personificar el temor abyecto en el personaje que llamáis el demonio.
En la Tierra, algunos han establecido mitologías algo más elaboradas en tomo a este acontecimiento, completadas con argumentos de batallas y guerras, soldados angélicos y guerreros diabólicos, las fuerzas del bien y del mal, de la luz y la oscuridad.
Esta mitología ha constituido el primer intento por parte de los hombres de entender, y explicar a los demás de manera que pudieran entenderlo, un acontecimiento cósmico del que el alma humana es profundamente consciente, pero que la mente apenas puede concebir.
Al dar el universo como una versión dividida de si mismo, Dios produjo, a partir de la energía pura, todo lo que ahora existe; tanto lo visible como lo invisible.
En otras palabras, no sólo se creaba de este modo el universo físico, sino también el universo metafísico. La parte de Dios que forma el segundo término de la ecuación «Soy - No Soy» explotó también en un infinito número de unidades más pequeñas que el conjunto. A estas unidades de energía las llamaríais espíritus.
En algunas de vuestras mitologías religiosas se afirma que «Dios Padre» tiene muchos hijos espirituales. Este paralelismo con la experiencia humana de la vida que se multiplica parece ser el único modo de que las masas puedan captar en realidad la idea de la súbita aparición -la súbita existencia- de innumerables espíritus en el «Reino de los Cielos».
En este caso, vuestros cuentos e historias Míticas no se hallan tan lejos de la realidad última, puesto que los infinitos espíritus, comprendiendo la totalidad de Mí; son, en un sentido cósmico, Mi descendencia.
Mi divino propósito al dividirme era crear suficientes partes de Mí como para poder conocerme a Mí mismo experimentalmente. Sólo hay una manera en que el Creador puede conocerse experimentalmente en cuanto Creador, y es creando. Así, di a cada una de las innumerables partes de Mí (a todos Mis hijos espirituales) el mismo poder de crear que Yo poseo en su totalidad.
A eso es a lo que se refiere vuestra religión cuando afirma que fuisteis credos «a imagen y semejanza de Dios». Esto no significa como han dicho algunos, que nuestros cuerpos físicos fueran iguales (aunque Dios puede adoptar cualquier forma física que quiera para un determinado propósito). Significa que nuestra esencia es la misma. Estamos hechos de la misma sustancia, ¡SOMOS «la misma sustancia»! Con las mismas propiedades y capacidades, incluyendo la capacidad de crear realidad física de un soplo.
Mi propósito al crearos a vosotros, Mi descendencia espiritual, era conocerme a Mí mismo como siendo Dios. No tenía modo de hacerlo, salvo a través de vosotros. Así, se puede decir (y se ha dicho muchas veces) que Mi propósito respecto a vosotros es que vosotros os conozcáis como siendo Yo.
Esto parece extraordinariamente simple, pero resulta muy complejo, ya que sólo hay un modo de conoceros como siendo Yo, y es conoceros primero como siendo no Yo.
Ahora trata de seguirme -esfuérzate por no perder el hilo-, ya que el asunto se hace más sutil. ¿Listo?
Creo que sí.
Bien. Recuerda que me has pedido esta explicación. Has estado esperándola durante años. Y me la has pedido en términos profanos, no en doctrinas teológicas o teorías científicas.
Sí; soy consciente de lo que te he pedido.
Y tal como la has pedido te la voy a dar.
Ahora bien, para simplificar las cosas, voy a utilizar vuestro modelo mitológico de los hijos de Dios como la base de Mi exposición, ya que se trata de un modelo con el que estáis familiarizados, y en muchos aspectos no resulta tan lejano.
Así; volvamos a cómo se desarrolla este proceso de auto-conocimiento.
Sólo había un modo de que Yo motivara a todos Mis hijos espirituales a conocerse a sí mismos como partes de Mí; y era simplemente diciéndoselo. Y eso hice. Pero, como puedes ver, no era suficiente para el Espíritu conocerme simplemente como siendo Dios, o parte de Dios, o hijo de Dios, o heredero del Reino (o cualquier mitología que quieras utilizar).
Como ya he explicado, conocer algo y experimentarlo son dos cosas distintas. El Espíritu anhelaba conocerse experiencialmente (¡como Yo hice!). La conciencia conceptual no era suficiente para vosotros. Así ideé un plan. Es la idea más extraordinaria de todo el universo; y también la colaboración más espectacular. Digo «colaboración» porque todos vosotros estáis en esto conmigo.
Con este plan, vosotros, en cuanto espíritu puro, entraríais en el universo físico recién creado. Y ello porque lo físico es la única manera de conocer experiencialmente lo que se conoce conceptualmente. Esta es, en efecto, la razón por la que he creado el cosmos físico para empezar, así como el sistema de relatividad que lo gobierna, y toda la creación.
Una vez en el universo físico, vosotros, Mis hijos espirituales, podéis experimentar lo que sabéis de vosotros mismos; pero primero habéis de pasar por conocer lo contrario. Para explicarlo de una manera sencilla, no podéis conoceros a vosotros mismos en vuestra grandeza a menos que -y hasta que- seáis conscientes de vuestra pequeñez. No podéis experimentar lo que vosotros llamáis importante a menos que también paséis por conocer lo insignificante.
Llevado a sus últimas consecuencias lógicas, no podéis experimentaros a vosotros mismos como lo que sois hasta que os hayáis enfrentado a lo que no sois. Este es el propósito de la teoría de la relatividad y de toda la vida física. Por eso es por lo que no sois tal como vosotros os habéis definido.
Ahora bien, en el caso del conocimiento último -en el caso del conocimiento de vosotros mismos como siendo el Creador-, no podéis experimentar vuestro propio Yo como creador a menos que -y hasta que-creéis. Y no podéis crearos a vosotros mismos en tanto no os descreéis a vosotros mismos. En cierto sentido, tenéis primero que «no ser», con el fin se ser. ¿Me sigues?
Creo...
Quédate con esa idea.
Por supuesto, no hay ninguna manera de que no seáis quienes sois y lo que sois, simplemente lo sois (espíritu puro, creador), siempre lo habéis sido y siempre lo seréis. Así pues, hicisteis lo mejor que podíais hacer. Procurasteis olvidar Quiénes Sois Realmente.
Una vez entrados en el universo físico, renunciasteis a vuestro recuerdo de vosotros mismos. Eso os permite decidir ser Quienes Sois, en lugar de encontraros simplemente siéndolo, por así decir.
Es en el acto de decidir ser, y no en estar siendo simplemente lo que sois, una parte de Dios, en el que os experimentáis a vosotros mismos como siendo con total decisión, que es lo que, por definición, es Dios. Sin embargo, ¿cómo podéis decidir respecto a algo sobre lo que no hay ninguna decisión? No podéis no ser Mi descendencia por mucho que os empeñéis; pero sí podéis olvidarlo.
Vosotros sois, siempre habéis sido y siempre seréis, una parte divina del todo divino, un miembro del cuerpo. He aquí por qué el acto de reunirse con el todo, de volver a Dios, se llama remembranza. Verdaderamente decidís re-membrar Quienes Realmente Sois, o reuniros junto con las diversas partes de vosotros para experimentar el todo de vosotros; es decir, el Todo de Mí.
Vuestra tarea en la Tierra, por lo tanto, no es aprender (puesto que ya sabéis), sino re-membrar Quiénes Sois. Y re-membrar quiénes son todos los demás. He aquí por qué una parte importante de vuestra tarea consiste en recordar a los demás (es decir, recordarles a ellos y acordarse de ellos), de modo que también puedan re-membrar.
Todos vuestros maravillosos maestros espirituales han hecho precisamente esto. Este es vuestro único objetivo. Es el único objetivo de vuestra alma.
¡Dios Mío, es tan simple! ¡Y tan... simétrico! Quiero decir, ¡que todo encaja! ¡De repente, todo cuadra! Ahora veo un panorama que nunca antes había visto entero del todo.

jueves, 9 de diciembre de 2010

LA NATURALEZA DE DIOS

Es la segunda vez en este libro que parece que lances un ataque frontal al fundamentalismo cristiano. Estoy sorprendido.
Tú has elegido la palabra «ataque». Yo simplemente he abordado la cuestión. Y la cuestión, por cierto, no es el «fundamentalismo cristiano», como tu dices. Es la naturaleza de Dios, y de la relación de Dios con el hombre.
La cuestión ha surgido porque estábamos tratando del asunto de las obligaciones; en las relaciones y en la propia vida.
No puedes creer en una relación libre de obligaciones si no aceptas quién y qué eres realmente. A una vida de completa libertad tú la llamas «anarquía espiritual». Yo la llamo la gran promesa de Dios.
Sólo en el contexto de esta promesa puede completarse el magnífico plan de Dios.
No tienes ninguna obligación en tus relaciones. Tienes únicamente oportunidades.
Las oportunidades, no las obligaciones, constituyen la piedra angular de la religión, las bases de toda espiritualidad. Si lo ves al revés, entonces no lo entiendes.
La relación -vuestras relaciones con todas las cosas- se creó como una herramienta perfecta para el trabajo del alma. He ahí por qué todas las relaciones humanas son «tierra santa». He ahí por qué toda relación personal es sagrada.
En esto muchas iglesias tienen razón. El matrimonio es un sacramento. Pero no debido a sus obligaciones sagradas, sino más bien porque constituye una oportunidad inigualable.
En el contexto de las relaciones no hagas nada porque lo percibas como una obligación. Hagas lo que hagas, hazlo con la percepción de la gloriosa oportunidad que las relaciones te proporcionan para decidir, y ser, Quien Realmente Eres.
Escucho esto y, sin embargo, una y otra vez en mis relaciones me he dado por vencido cuando las cosas se han puesto difíciles. El resultado es que he tenido un rosario de relaciones, mientras que cuando era un chiquillo pensaba que tendría sólo una. Parece que no sepa qué es mantener una relación. ¿Crees que alguna vez aprenderé? ¿Qué he de hacer para que eso suceda?
Haces que parezca que mantener una relación significa que ésta ha sido un éxito. Procura no confundir la duración con el trabajo bien hecho. Recuerda que tu tarea en este planeta no consiste en ver cuánto tiempo puedes mantener una relación, sino en decidir, y experimentar, Quién Eres Realmente.
Esto no es un argumento en favor de las relaciones de corta duración; pero tampoco hay necesidad de que sean de larga duración.
Sin embargo aunque no hay tal necesidad se pueden decir muchas cosas de ellas: las relaciones de larga duración proporcionan notables oportunidades para el crecimiento mutuo, la expresión mutua y la mutua satisfacción; y ahí radica su propia recompensa.
¡Lo sé, lo sé! Quiero decir, que siempre lo he sospechado. Entonces, ¿cómo puedo conseguirlo?
En primer lugar, debes estar seguro de que inicias la relación por los motivos correctos. (Utilizo la palabra «correctos» como un término relativo; serían «correctos» en relación al objetivo -más amplio- que tengas en tu vida.)
Como ya he señalado antes, la mayoría de la gente inicia las relaciones por los motivos «equivocados»: poner fin a su soledad, llenar un vacío, conseguir amor o tener alguien a quien amar; y estos son los mejores motivos. Otros lo hacen para tranquilizar su ego, acabar con sus depresiones, mejorar su vida sexual, recuperarse de una relación anterior, o -lo creas o no- para aliviar su aburrimiento.
Ninguno de estos motivos funcionará, y a menos que con el tiempo tenga lugar algún cambio dramático, la relación no saldrá bien.
Yo no he iniciado mis relaciones por ninguno de esos motivos.
Permíteme dudarlo. No creo que sepas por qué has iniciado tus relaciones. No creo que pensaras en ello. No creo que iniciaras tus relaciones con un propósito consciente. Creo que las iniciaste porque te «enamoraste».
Eso es exacto.
Y no creo que te pararas a examinar por qué estabas «enamorado». ¿A qué respondías? ¿Qué necesidad, o conjunto de necesidades, satisfacías?
Para la mayoría de la gente, el amor responde a la satisfacción de una necesidad.
Cada uno sabe lo que necesita. Tú necesitas una cosa; el otro necesita otra. Y cada uno ve en el otro una posibilidad de satisfacer esa necesidad. De modo que se establece un intercambio tácito. Yo te doy lo que tengo si tú me das lo que tienes.
Se trata de una transacción. Pero no decís la verdad al respecto. No decís: «¡Cuánto intercambio contigo!», sino: «¡Cuánto te quiero!», y luego viene el desengaño.

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿EXISTE EL MAL? ¿EXISTE EL INFIERNO?



¿Existe el mal? El profesor universitario retó a sus alumnos con esta pregunta."¿Dios creó todo lo que existe?"
Un estudiante contestó valiente: Sí, lo hizo. ¿Dios creó todo?: Sí señor, respondió el joven.
El profesor contestó, "Si Dios creó todo, entonces Dios hizo al mal, pues el mal existe, y bajo el precepto de que nuestras obras son un reflejo de nosotros mismos, entonces Dios es malo".
El estudiante se quedó callado ante tal respuesta y el profesor, feliz, se jactaba de haber probado una vez más que la fe Cristiana era un mito.
Otro estudiante levantó su mano y dijo: ¿Puedo hacer una pregunta, profesor?

Por supuesto, respondió el profesor.
El joven se puso de pie y preguntó: ¿Profesor, existe el frío?,
¿Qué pregunta es esa? Por supuesto que existe, ¿acaso usted no ha tenido frío?.
El muchacho respondió: De hecho, señor, el frío no existe. Según las leyes de la Física, lo que consideramos frío, en realidad es
ausencia de calor. "Todo cuerpo u objeto es susceptible de estudio cuando tiene o transmite energía, el calor es lo que hace que dicho cuerpo tenga o transmita energía.
El cero absoluto es la ausencia total y absoluta de calor, todos los cuerpos se vuelven inertes, incapaces de reaccionar, pero el frío no existe. Hemos creado ese término para describir cómo nos sentimos si no tenemos
calor".
Y, ¿existe la oscuridad? Continuó el estudiante.

El profesor respondió: Por supuesto.
El estudiante contestó: Nuevamente se equivoca, señor, la oscuridad tampoco existe. La oscuridad es en realidad ausencia de luz. La luz se puede estudiar, la oscuridad no, incluso existe el prisma de Nichols para descomponer la luz blanca en los varios colores en que está compuesta, con sus diferentes longitudes de onda. La oscuridad no.
Un simple rayo de luz rasga las tinieblas e ilumina la superficie donde termina el haz de luz. ¿Cómo puede saber cuan oscuro está un espacio determinado?
Con base en la cantidad de luz presente en ese espacio, ¿no es así? Oscuridad es un término que el hombre ha desarrollado para describirlo que sucede cuando no hay luz presente.
Finalmente, el joven preguntó al profesor: señor, ¿existe el mal?.

El profesor respondió: Por supuesto que existe, como lo mencioné al principio, vemos violaciones, crímenes y violencia en todo el mundo, esas cosas son del mal.
A lo que el estudiante respondió: El mal no existe, señor, o al menos no existe por si mismo. El mal es simplemente la ausencia de Dios, es, al igual que los casos anteriores un término que el hombre ha creado para describir esa ausencia de Dios. Dios no creó al mal. No es como la fe o el amor, que existen como existe el calor y la luz.
El mal es el resultado de que la humanidad no tenga a Dios presente en sus corazones Es como resulta el frío cuando no hay calor, o la oscuridad cuando no hay luz. Entonces el profesor, después de asentar con la cabeza, se quedó callado.
EL JOVEN SE LLAMABA ALBERT EINSTEIN

Sin embargo, no hay víctimas en el mundo; ni malvados. Ni tampoco sois víctimas de las decisiones de los demás. En un determinado nivel, habéis creado todo aquello que decís que aborrecéis; y, al haberlo creado, lo habéis elegido.
El malestar y la enfermedad son los contrarios de la salud y el bienestar, y se manifiestan en vuestra realidad a petición vuestra. No podéis caer enfermos si a un determinado nivel no lo provocáis vosotros mismos, y podéis estar bien de nuevo en un cierto momento simplemente decidiendo estarlo. Los estados de profunda frustración personal son respuestas que habéis elegido, y las calamidades mundiales son el resultado de la conciencia mundial.

Tu pregunta implica que yo decido tales acontecimientos, que ocurrirían por Mi voluntad y Mi deseo. Pero Yo no provoco estas cosas; simplemente os observo a vosotros hacerlo. Y no hago nada para detenerlas, porque obrar así sería coartar vuestra voluntad. Además, ello os privaría de la experiencia de Dios, que es la experiencia que vosotros y Yo hemos elegido juntos.

No condenes, pues, todo aquello que llamarías malo en el mundo. En lugar de ello, pregúntate qué es lo que consideras malo y, en su caso qué puedes hacer para cambiarlo.

¿Estás diciendo que no debo sentirme mal al pensar en los niños que mueren de hambre en África, la violencia y la injusticia en América, o el terremoto que mata a centenares de personas en Brasil?

En el mundo de Dios no existen los «debo» ni los «no debo». Haz lo que quieras hacer. Haz aquello que constituya tu reflejo, aquello que te represente como una versión más magnífica de Ti mismo. Si quieres sentirte mal, siéntete mal.
Pero no juzgues ni condenes, puesto que no sabes por qué ocurren las cosas, ni con qué fin.
Y recuerda esto: aquello que condenes te condenará, y un día serás aquello que juzgas.
Trata, más bien, de cambiar -o ayudar a quienes lo están cambiando- aquello que ha dejado de reflejar vuestro más alto sentido de Quienes Sois.
No obstante, bendícelo todo, pues todo es creación de Dios, a través de la vida, que constituye la más alta creación.
¿EXISTE EL INFIERNO?

El infierno existe, pero no es como vosotros pensáis, y no lo habéis experimentado por las razones que te he dado.
¿Qué es el infierno?

Es la experiencia del peor resultado posible de vuestras elecciones, decisiones y creaciones. Es la consecuencia natural de cualquier pensamiento que Me niegue, o niegue Quiénes Sois en relación a Mí.
Es el dolor que sufrís a causa de un pensamiento equivocado. Pero el término «pensamiento equivocado» tampoco es apropiado, ya que no existe nada que sea equivocado.

El infierno es lo opuesto a la alegría. Es la insatisfacción. Es saber Quiénes y Qué sois, y fracasar a la hora de experimentarlo. Es ser menos. Eso es el infierno, y no hay ninguno mayor para vuestra alma.
Pero el infierno no existe como ese lugar que habéis imaginado, donde os quemáis en un fuego eterno, o como una forma de tormento perpetuo. ¿Qué podría pretender Yo con eso?

Incluso si Yo sostuviera la idea, extraordinariamente malvada, de que no os «merecíais» el cielo, ¿por qué habría de tener la necesidad de buscar algún tipo de venganza, o castigo, por vuestra falta? ¿No sería para Mí mucho más sencillo simplemente deshacerme de vosotros? ¿Qué vengativa parte de Mí necesitaría someteros a un sufrimiento eterno de un tipo y una intensidad más allá de cualquier descripción?

Si me contestas que la necesidad de justicia, ¿no sería suficientemente justo la simple negación de la comunión Conmigo en el cielo? ¿Hace falta también infligir un dolor sin fin?

Te digo que después de la muerte no hay ninguna experiencia semejante a la que habéis elaborado en vuestras teologías, basadas en el temor. Pero sí existe la experiencia del alma tan infeliz, tan incompleta, tan inferior al todo, tan separada de la inmensa alegría de Dios, que para vuestra alma eso sería el infierno.

Pero deja que te diga que Yo no os envío ahí; ni tampoco soy la causa de que esa experiencia os aflija. Sois vosotros, vosotros mismos, quienes creáis esa experiencia, cada vez y en cada ocasión que alejáis vuestro Yo de vuestro pensamiento más alto sobre vosotros. Sois vosotros, vosotros mismos, quienes creáis la experiencia cada vez que rechazáis a vuestro Yo; cada vez que negáis Quiénes y Qué Sois Realmente.

Pero ni siquiera esta experiencia es eterna. No puede serlo, puesto que no forma parte de Mi plan que permanezcáis separados de Mí para siempre. En realidad, una cosa así es una imposibilidad: para que algo así sucediera, no sólo vosotros habríais de negar Quiénes Sois; también habría de hacerlo Yo. Y eso no lo haré nunca. Y mientras uno de nosotros mantenga la verdad acerca de vosotros, dicha verdad prevalecerá finalmente.

Pero si no hay infierno, ¿significa eso que puedo hacer lo que quiera, actuar como desee, realizar cualquier acción, sin temor a un castigo?

¿Necesitas el temor para poder ser, hacer y tener aquello que es intrínsecamente justo? ¿Necesitas sentirte amenazado para «ser bueno»? ¿Y qué es «ser bueno»? ¿Quién tiene la última palabra respecto a eso? ¿Quién establece las pautas? ¿Quién hace las normas?

Déjame que te diga algo: cada uno de vosotros es quien hace sus propias normas. Cada uno de vosotros establece las pautas. Y cada uno de vosotros decide si lo que ha hecho es bueno, si lo que hace es bueno, ya que cada uno de vosotros es el único que ha decidido Quién y Qué Es Realmente, y Quién Quiere Ser. Y cada uno de vosotros es el único que puede establecer si lo que hace es bueno.
Ningún otro os juzgará nunca, ya que ¿por qué, y cómo, podría Dios juzgar su propia creación y decir que es mala? Si Yo quisiera que fuerais perfectos y obrarais siempre de manera perfecta, os habría dejado en el estado de total perfección del que procedéis. El fin último del proceso era que os descubrierais a vosotros mismos, que os crearais a Vosotros mismos, tal como realmente sois, y como realmente deseáis ser. Pero no podíais serlo a menos que tuvierais también la posibilidad de ser otra cosa distinta.
¿Debo, entonces, castigaros por realizar una elección que Yo Mismo he puesto a vuestro alcance? Y si Yo no quisiera que dispusierais de esa segunda posibilidad, ¿para qué habría de crear otra que no fuera la primera?

Esta es la pregunta que debéis haceros antes de atribuirme el papel de un Dios que condena. La respuesta directa a tu pregunta es que sí: puedes hacer lo que quieras sin temor al castigo. Sin embargo, puede resultarte útil ser consciente de las consecuencias.
Las consecuencias son los resultados naturales. No tienen nada que ver con los castigos. Son simplemente resultados: lo que resulta de la aplicación natural de las leyes naturales; lo que ocurre -de manera totalmente predecible- como consecuencia de lo que ha ocurrido.

Toda la vida física funciona según las leyes naturales. Cuando recordéis estas leyes, y las apliquéis, lograréis dominar la vida a nivel físico.
Lo que a vosotros os parece un castigo -o aquello a lo que llamaríais el mal, o la mala fortuna-, no es sino una ley natural manifestándose por sí misma.

Si queremos el bien, tenemos que hacerlo libremente. Dios no nos fuerza a hacerlo. Quiere nuestro amor libre. ¿De qué le sirve un amor obligado?

¿Por qué existe el mal (AUSENCIA DE DIOS EN NUESTROS CORAZONES?
¿Quisieramos que no existiese el mal (ESA AUSENCIA DE DIOS?

Esto puede ser posible, sí, pero no depende de Dios. Dios es bueno, y perfecto, y hace todo así. Estas son las palabras del Génesis: “Y vio Dios que todo era bueno”. Dios creo al hombre libre, es decir, con el poder de decidir lo que hacemos, con el poder de hacer el bien o hacer el mal. Porque nos creó con una alma, nos da la libertad de hacer el bien o el mal. Tan grande es su amor que no interrumpe nuestra libertad. Quiere que nuestras buenas acciones y nuestro amor sean puros, auténticos y reales, y que vengan de nosotros mismos libremente.

Hay que distinguir entre el mal físico y el mal moral. El primero se origina cuando se cruzan y "chocan" fuerzas físicas y químicas que existen independientemente de nuestro querer. Si conociésemos todas esas leyes se podrían evitar muchas catástrofes, pero es claro que no siempre controlamos todo lo que va a ocurrir (el rayo que caerá cerca de casa, la bacteria que se difunde por todos lados, el mosquito que transmite la malaria, el terremoto que derrumba cientos de casas).

Existe otro mal que depende de cada uno: el mal moral. Este mal nace cuando usamos nuestra libertad no para hacer el bien, sino para buscar un fin egoísta que implica dañar a otros. Este mal es la fuente de muchos dolores y angustias de la humanidad. Dios, sin embargo, no puede impedirlo, pues, de lo contrario, tendría que quitarnos la libertad.

Desde luego, es muy alto el riesgo que nace de esa libertad, pues permite que puedan existir hombres como Hitler, Stalin o Mao. Pero no hemos de olvidar que esa misma libertad es la que hace que puedan existir también un Francisco de Asís, una Madre Teresa de Calcuta, un Papa Juan Pablo II. A cada uno le toca decidir de qué lado se va a colocar en la historia de la lucha entre el bien y el mal. Desde que Cristo vino al mundo, la opción por el bien es posible para todos: basta con dejarnos tocar por su amor redentor.

Pero... ¿Por qué un Dios bueno permite el sufrimiento de los niños y de los inocentes?

Si queremos luchar contra el mal y desterrarlo del mundo, debemos comenzar por nosotros mismos. Somos los responsables de quitarlo del mundo, y lo haremos contraponiéndole el bien. Cristo, con su amor a nosotros hasta la muerte a la cruz, nos muestra que el sufrimiento es inevitable en esta vida, pero que puede ser una cosa buena, y hasta causa de redención eterna. Si queremos el bien, tenemos que hacerlo libremente. Dios no nos fuerza a hacerlo. Quiere nuestro amor libre. ¿De qué le sirve un amor obligado?

lunes, 8 de noviembre de 2010

EL MAYOR SECRETO DE LA VIDA

…el día que tenga tiempo, hare ejercicio mi figura se verá mejor y seré feliz…
…el día que tenga dinero, viajare por el mundo, conoceré gente interesante y seré alguien importante.
…el día que baje de peso, tendré más suerte y tendré la posibilidad de conseguir pareja y seré feliz como en los cuentos de hadas.
…el día que tenga tiempo, tendré una relación y me podré casar o tener una pareja, novio, novia, como quieran llamarle, y seré independiente y tendré una familia y seré toda una ama de casa o profesional independiente etc etc

Cuantos ejemplos podría dar, llenaría todo un libro con todo lo que la gente nos proponemos, y no es el hecho de promesas de fin de año para comenzar otro. Si observamos el patrón de las oraciones, antes de llevarlas a acción, la secuencia de los verbos es: TENER, HACER Y SER.

Tener: Poseer una cosa o disfrutar de ella
Hacer: Producir, causar.
Ser: Ser es el atributo filosófico que se le adjudica a una entidad capaz de definirse a sí misma frente a un medio. Ser, sabio, inteligente, tonto, guapa o guapo, galán, mediocre, abusado, compasivo, tierno, amoroso, saludable, enfermizo, triste, melancólico, reventado, serio. Hipocondriaco etc.

Y la secuencia debe ser asi: SER, HACER, TENER.

Ya que saber no sigue a la experiencia sino que la precede.

En esto la mitad del mundo entiende lo contrario y nos aferramos a los ejemplos del principio y otros, en donde siempre queremos primero tener, para hacer algo y finalmente ser. Hay algunos casos en dónde llevando la secuencia inversa, se obtiene el resultado, pero es un proceso más difícil, largo y no recomendado, veremos más adelante por qué.

He conocido gente, que no tiene la más mínima idea de lo que estamos hablando aquí, y sin embargo, es una persona exitosa, ES, HACE Y TIENE, pero saben una cosa?

He observado su patrón de comportamiento, y de forma innata, lleva la secuencia correcta de lo que hablamos, no es necesario que lo estudie, esa persona lo ha descubierto, su mente lo ha registrado y en automático lo lleva a cabo, para el ya no existe otro camino que este que sabe que lo lleva a donde quiere.

Para " saber que sabes, actúa como si supieras". Hablamos un poco de este tema en otra ocasión, y concluimos que es FE, entendiendo en creer algo o saber algo aunque no se haya dado, solo es recordar lo que ya sabemos de alguna experiencia previa, debemos de esforzarnos solo un poco.

Casi toda la gente cree que si " tiene " alguna cosa, puede finalmente " hacer " algo, lo que le permitirá " ser " algo. En realidad están invirtiendo el paradigma Ser - Hacer - Tener. En el universo como es en realidad, " el tener " no produce " ser ", sino todo lo contrario.

Primero eres ese algo llamado " feliz " ( o " conocedor " o " sabio " o " compasivo " o cualquier otra cosa ), luego empiezas a " hacer " las cosas desde este punto de ser y pronto descubres que lo que estás haciendo termina proporcionándote las cosas que siempre deseaste " tener ".

La manera de poner en movimiento este proceso creativo ( y eso es lo que es el proceso de la creación) es saber lo que deseas " tener ", preguntarte lo que piensas que " serías " si " tuvieras " eso y, en seguida, ir directamente a ser.

De esta manera, inviertes la forma en que has utilizado el paradigma Ser -
Hacer - Tener, lo estableces correctamente y trabajas con la fuerza creativa del universo, en lugar de contra ella.

Esta es una forma resumida de expresar este principio:

En la vida no tienes que hacer nada. Solo se lo que quieres ser y lo demás llegara por añadidura.

Todo es cuestión de lo que estás siendo. Si eres feliz, harás feliz a alguien más y tendrás felicidad, o se mezquino, harás de tu vida un infierno y tendrás no amor.

Decidir con anticipación lo que eliges ser produce eso en tu experiencia.

La felicidad es un estado mental. Al igual que todos los estados mentales, se reproduce en forma física.

" Todos los estados mentales se reproducen a sí mismos " Recuerda que tu mente es creadora, y lo que pienses que eres eso vas a ser. Dios de antemano te concede todo lo que pidas, nunca te lo va a negar, sea en términos relativos, conveniente o no para ti. Dios creara las condiciones necesarias, el universo se confabula, se alinea, para que vivas la experiencia que estés pidiendo ser.

Actúa como si lo tuvieras y atraerás la felicidad hacia ti. De nuevo entra la FE, si quieres una casa por ej. Pega una foto en donde todos los días al despertar la veas y da gracias a DIOS por ella aunque no la tengas, pero visualízate en ella, en su espacio, en su jardín, en la luz que entra por el ventanal que da hacia el sol, todos los detalles que quieras, al paso del tiempo sin perder la fe, la tendrás. No es un acto de magia, en el sentido que de la noche a la mañana aparezca la casa, es primero elegir que quieres SER, un ejecutivo, un empresario, o empleado con prestaciones para vivienda, o comerciante, vaya cualquier cosa que de alguna forma te acerque a lo que quieres hacer y tener.

Lo que actúas como si lo fueras, en eso te conviertes.

onozco un caso en dónde la persona, cada vez que platico con ella, desde que lo conozco, siempre habla de tener cientos, miles, mucho, en todos los sentidos, trabajo, amigos, experiencias etc. al principio, observe su entorno, y no eran ni cientos, ni miles, ni muchos, al paso del tiempo, lo veo hoy, y eso que platico alguna vez, se ha convertido en realidad y ahora , ES, HACE Y TIENE, cientos, miles y mucho de lo que hace 10 años hablaba.

Sin embargo, todo lo que hagas, hazlo con sinceridad o se perderá el beneficio de la acción.

No puedes engañar a tu mente. Si no eres sincero tu mente lo sabe y así es.

Terminaste con cualquier posibilidad de que tu mente pueda ayudarte en tu proceso creativo.

Por supuesto puedes crear sin tu mente, sólo que resulta mucho más difícil.

Puedes pedirle a tu cuerpo que haga algo que tu mente no cree y, si tu cuerpo lo hace durante bastante tiempo, tu mente empezará a olvidar su primer pensamiento acerca de esto y creará un Pensamiento Nuevo. Una vez que tengas un Pensamiento Nuevo respecto a algo, estás en camino de crearlo como un aspecto permanente de tu ser; en lugar de algo que sólo actúas.

Esto es hacer las cosas de la manera más difícil e incluso en tales casos, la acción debe ser sincera..
Lo que elijas para ti, dalo a otra persona. si eliges ser feliz, haz que otra persona sea feliz. si eliges ser próspero haz que otra persona sea próspera. Si eliges amor en tu vida, haz que los demás tengan más amor en la suya.

Haz esto con sinceridad ( no porque busques un beneficio personal, sino porque en realidad desees que la otra persona tenga eso) y todas las cosas que des vendrán a ti.

El solo acto de que des algo hace que sientas que lo tienes para darlo.
Puesto que no puedes dar a otra persona algo que no tienes ahora, tu mente llega a una nueva conclusión, un Pensamiento Nuevo, acerca de ti (esto es, que debes tener esto o no podrías darlo.).

Ese Pensamiento Nuevo se convierte en tu experiencia. Empiezas a " ser " eso.
Una vez que empiezas a " ser " algo, pones en marcha la máquina de creación más poderosa del universo, tu Yo Divino.

Lo que estás siendo, lo estás creando.
El círculo es completo y crearás más de eso en tu vida. Se manifestará en tu experiencia física.

Este es el mayor secreto de la vida.

Si das a otra persona algo, como manipulación o maquinación con el objeto de obtener algo para ti, tu mente lo sabe. Le diste la señal de que tú no tienes eso.

Puesto que el universo no es otra cosa que una máquina copiadora, que reproduce tus pensamientos en forma física, ésa será tu experiencia. Esto es, continuarás experimentando no tenerlo, ¡sin importar lo que hagas!

Más aún, ésa será la experiencia de la persona a la que tratas de darlo.

Notará que sólo intentas conseguir algo, que en realidad no tienes nada que
ofrecer y el hecho de dar será un gesto vacío, visto desde toda la trivialidad
auto interesada de la cual surge.
Eso que tratas de atraer, lo alejarás.

No obstante, cuando das algo a alguien con pureza de corazón, porque comprendes que lo desea, lo necesita y debe tenerlo, entonces descubrirás
que lo tienes para darlo. Eso es un gran descubrimiento.

Así es exactamente como funciona.

Por lo tanto, cuando desees algo, dalo. Entonces ya no lo " desearás". De inmediato experimentarás " tenerlo". A partir de ese momento es sólo una cuestión de grado.

Es en la unidad donde existe la fortaleza interior y es en la separación donde se disipa, dejando una sensación de debilidad y de impotencia y, por lo tanto, de lucha por el poder.

El poder para hacer cualquier cosa, el poder de tener cualquier cosa, el poder para crear, se deriva de la fortaleza interior que se produce a través de la unidad..

Ustedes piensan que la fortaleza interior surge de la individualidad y de la separación y, sencillamente, esto no es así. La separación de Dios y entre ustedes es la causa de todo su mal funcionamiento y sufrimiento.

No hay separación. No entre sí, no de Dios y no de nada que existe.
Actúen como si no estuvieran separados de nada y de nadie y mañana sanarán su mundo.

Este es el mayor secreto de todos los tiempos. Es la respuesta que el hombre ha buscado durante milenios. Es la solución por la cual ha trabajado, la revelación por la que ha orado.
Comprendan que se trata de actuar con el poder, no sobre este.

El alma responde y se recrea en la sugestión más poderosa de la mente, produciendo eso en su experiencia.

¿ Qué eliges ?

Esa es la pregunta del universo, siempre. Porque el universo no sabe nada, excepto cómo concederte tu deseo más caro, tu mayor deseo. En realidad lo está haciendo a cada momento, cada día.
Un pensamiento que muchos de ustedes comparten es su idea de
insuficiencia.

Muchos de ustedes creen en el fondo de su ser que simplemente no hay suficiente.

No hay suficiente de nada.

No hay suficiente amor, no hay suficiente dinero, no hay suficiente comida, no hay suficiente abrigo, no hay suficientes ideas buenas para continuar y, seguramente, no hay suficientes de ustedes.
Este pensamiento apoyado hace que empleen toda clase de estrategias y tácticas al tratar de adquirir lo que consideran que " no hay suficiente ".

Hay enfoques que deben de abandonar de inmediato y comprender que hay suficiente para todos de cualquier cosa que deseen.

Lo han oído decir con anterioridad y es verdad: Dios nunca dice No.
Este estado de no tener motivo para decir No es el estado en el que Yo resido todo el tiempo.

Daré a todos exactamente lo que desean, siempre, como lo he hecho desde el principio del tiempo.

Dios es Amor, y su amor es muy diferente al amor humano. El amor de Dios es incondicional y no se basa en sentimientos o emociones. No nos ama porque nosotros seamos fáciles de amar o porque le hagamos sentir bien; él nos ama porque él es amor. Él nos creó para tener una relación amorosa con él y sacrificó a su propio hijo (quien también estaba dispuesto a morir por nosotros) para restaurar esa relación.

lunes, 25 de octubre de 2010

PADRE NUESTRO

Hijo mío que estas en la tierra, preocupado, confundido, desorientado, solitario, triste, angustiado…
YO conozco perfectamente tu nombre, y lo pronuncio bendiciéndolo porque te amo.
¡NO!.. No estás solo, porque yo habito en ti, juntos construiremos este Reino del que vas a ser mi heredero.
Deseo que siempre hagas mi voluntad, porque mi voluntad es que seas FELIZ.
Debes saber que siempre cuentas conmigo porque nunca te abandonaré. Y que tendrás el pan para hoy no te preocupes. Solo te pido siempre lo compartas con tu prójimo, con tus hermanos.
Debes saber que siempre perdono todas tus ofensas antes incluso que las cometas, aun sabiendo que las harás, por lo que te pido que tu hagas lo mismo con los que a ti te ofenden.
Deseo que nunca caigas en la tentación por lo que toma fuerte mi mano y siempre aférrate a mí, y YO te libraré del mal.
Recuerda y que nunca olvides que te AMO desde el comienzo de tus días y TE AMARE hasta el fin de los mismos.
YO TE AMARE SIEMPRE,
PORQUE SOY TU PADRE.
Que mi bendición quede contigo y que mis eternos AMOR Y PAZ, te cubran siempre, porque en el mundo no los podrás obtener como YO solo los doy, porque YO SOY EL AMOR Y LA PAZ…
Porque yo vivo, vosotros también vivirás…
• " Conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres "

domingo, 16 de mayo de 2010

DIOS NO CASTIGA



Todo lo que hagas, hazlo con sinceridad o se perderá el beneficio de la acción.
Esto no es porque no <>. Dios no <> ni <>, como sabes. La Ley Natural requiere que el cuerpo, la mente y el espíritu estén unidos en pensamiento, palabra y acción, para que el proceso de creación funcione.
No puedes engañar a tu mente. Si no eres sincero, tu mente lo sabe y así es. Terminaste con cualquier posibilidad de que tu mente pueda ayudarte en el proceso creativo.

Por supuesto, puedes crear sin tu mente, sólo que resulta mucho más difícil. Puedes pedirle a tu cuerpo que haga algo que tu mente no cree y, si tu cuerpo lo hace durante bastante tiempo, tu mente empezará a olvidar su primer pensamiento acerca de esto y creará un Pensamiento Nuevo. Una vez que tengas un Pensamiento Nuevo respecto a algo, estas en camino de crearlo como un aspecto permanente de tu ser, en lugar de algo que sólo actúas.
Esto es hacer las cosas de la manera más difícil e incluso en tales casos, la acción debe ser sincera. A diferencia de lo que puedes hacer con las personas, no puedes manipular el universo.

Aquí tenemos un equilibrio muy delicado. El cuerpo hace algo en lo que la mente no cree; sin embargo, la mente sólo agrega el ingrediente de la sinceridad a la acción del cuerpo para que esto funcione.

¿Cómo puede la mente agregar sinceridad, cuando no <> en lo que está haciendo el cuerpo?

Retirando el elemento egoísta del beneficio personal.

¿Cómo?

La mente quizá no pueda aceptar con sinceridad que las acciones del cuerpo pueden proporcionarte lo que eliges; no obstante, la mente sabe claramente que Dios proporcionará cosas buenas a otra persona a través de ti.
Por lo tanto, lo que elijas para ti, dalo a otra persona.

¿Podrías repetir eso, por favor?

Por supuesto.
Lo que elijas para ti, dalo a otra persona. Si eliges ser feliz, haz que otra persona sea feliz.
Si eliges ser próspero, haz que otra persona sea próspera.
Si eliges más amor en tu vida, haz que los demás tengan más amor en la suya.
Haz esto con sinceridad (no porque busques un beneficio personal, sino porque en realidad desees que la otra persona tenga eso) y todas las cosas que des vendrán a ti.

¿Cómo es eso? ¿Cómo funciona eso?

El sólo acto de que tú des algo hace que sientas que lo tienes para darlo. Puesto que no puedes dar a otra persona algo que no tienes ahora, tu mente llega a una nueva conclusión, un Pensamiento Nuevo, acerca de ti (esto es, que debes tener esto o no podrías darlo).
Este Pensamiento Nuevo se convierte en tu experiencia. Empiezas a <> eso. Una vez que empiezas a <> algo, pones en marcha la máquina de creación más poderosa en el universo, tu Yo Divino.
Lo que estás siendo, lo estás creando.
El círculo es completo y crearás más y más de eso en tu vida. Se manifestará en tu experiencia física.
Éste es el mayor secreto de la vida. El Libro 1 y el Libro 2 se escribieron para decirte esto. Todo está allí, con mucho más detalle.

Explícame, por favor, por qué la sinceridad es tan importante para dar a otra persona lo que eliges para ti.

Si das a otra persona algo, como maquinación o manipulación con el objeto de obtener algo para ti, tu mente lo sabe. Le diste la señal de que tú no tienes eso. Puesto que el universo no es otra cosa que una maquina copiadora, que reproduce tus pensamientos en forma física, ésa será tu experiencia. Esto es, continuarás experimentando <>, ¡sin importar lo que hagas!
Más aún, ésa será la experiencia de la persona a la que tratas de darlo, notará que sólo intentas conseguir algo, que en realidad no tienes nada que ofrecer y el hecho de dar será un gesto vacío, visto desde toda la trivialidad autointeresada de la cual surge.
Eso que tratas de atraer lo alejarás.
No obstante, cuando das algo a alguien con pureza de corazón, porque comprendes que lo desea, lo necesita y debe tenerlo, entonces descubrirás que lo tienes para darlo. Eso es un gran descubrimiento.

¡Eso es verdad! ¡En realidad funciona de esa manera! Recuerdo que en una ocasión, cuando las cosas no iban muy bien en mi vida, me sostenía la cabeza y pensaba que ya no tenía dinero, que tenía muy poca comida y que no sabía cuando comería mi siguiente trozo de carne o cómo pagaría la renta. Esa misma noche, conocí a una joven pareja en la terminal del autobús. Había ido a recoger un paquete y estos pequeños se encontraban abrazados en una banca y usaban sus abrigos como manta.
Al verlos, mi corazón fue hacia ellos. Recordé cuando era joven, cómo era cuando éramos niños, andando por ahí, de un lado al otro. Me acerque a ellos y les pregunté si querían ir a mi casa, sentarse junto a la chimenea, beber un poco de chocolate caliente y tal vez abrir el sofá cama y descansar bien durante la noche. Me miraron con los ojos muy abiertos, como niños en una mañana de Navidad.
Llegamos a la casa y les preparé una comida. Esa noche, todos comimos mejor de lo que lo habíamos hecho en mucho tiempo. La comida siempre había estado allí. El refrigerador estaba lleno. Sólo tuve que extender la mano y asir todo lo que había guardado allí. Sofreí <> ¡y fue magnífico! Recuerdo que me pregunté, ¿de dónde vino toda esta comida?
A la mañana siguiente, serví el desayuno a los niños y los despedí. Metí la mano en el bolsillo, cuando los dejé en la estación del autobús y les di un billete de veinte dólares. <>, dije, los abrasé y los envié para que siguieran su camino. Todo el día me sentí mejor respecto a mi propia situación; mejor dicho, toda la semana. Esa experiencia, la cual nunca he olvidado, produjo un cambio profundo en mi enfoque y en mi comprensión acerca de la vida.
A partir de ese momento, las cosas mejoraron y esa mañana, cuando me miré al espejo, note algo muy importante. Todavía estoy aquí.

Ésa es una hermosa historia y tienes razón. Así es exactamente como funciona. Por lo tanto, cuando desees algo, dalo. Entonces, ya no lo <>. De inmediato experimentarás <>. A partir de ese momento, es sólo una cuestión de grado. Psicológicamente, te resultará mucho más fácil <>, que crear de la nada.

Siento que escuche aquí algo muy profundo. ¿Puedes relacionar esto ahora con la segunda parte de mi pregunta? ¿Existe un vínculo?

Lo que te propongo es que ya tienes la respuesta a esa pregunta. En este momento estas viviendo el pensamiento de que no tienes la respuesta; que si tuvieras la respuesta, tendrías sabiduría. Entonces, te acercas a Mí en busca de sabiduría. Sin embargo, te digo, sé sabio y tendrás sabiduría.
¿Cuál es la manera más rápida de <>? Has que otra persona sea sabia.
¿Eliges tener la respuesta a esta pregunta? Da la respuesta a otra persona.
Ahora, Yo te formularé la pregunta. Fingiré que <> y tú Me darás la respuesta.
¿Cómo puede la madre que aleja a su hijo del tráfico amar verdaderamente al niño, si el amor significa desear para la otra persona lo que ella desea para sí misma?

No lo sé.

Sé que no lo sabes. Sin embargo, si pensaras que lo sabías, ¿cuál sería la respuesta?

Diría que la madre deseaba para el niño lo que el niño quería; esto es, permanecer con vida. Diría que el niño no deseaba morir, sino que sencillamente, no sabía que al andar allí entre el tráfico podría causarle la muerte. Por lo tanto, al correr hasta allí para alejar al niño, la madre no privó al niño de la oportunidad de ejercitar su voluntad, sino que simplemente se puso en contacto con la verdadera elección del niño, con su deseo más profundo.

Ésa sería una muy buena respuesta.

sábado, 1 de mayo de 2010

HOY TAN SOLO QUIERO REGALARTE



Hoy tan solo quiero regalarte de nuevo mucha luz
como energía cósmica, símbolo de sabiduría, y
paz, signo de equilibrio , tolerancia y buena voluntad…
sinónimos de amor, salud, de cuerpo, alma y espíritu,
felicidad plena y universal…
prosperidad, en lo ascendente y espiritual…
que puedas verme más allá del horizonte,
riqueza material, y que la puedas compartir .
Hoy tan solo quiero regalarte de nuevo, un amanecer,
como signo de esperanza de un mañana mejor,
luz de luna, para creer que aun te puedes enamorar,
el abrir de una flor, para que veas la magia de tu creador,
un ocaso, que te permita reposar las cosas bellas que
acabas de compartir,
la sonrisa inocente de un niño, sin prejuicio,
en plena libertad ofreciéndote tan solo su amistad.
Hoy tan solo quiero regalarte de nuevo amor divino,
que no distingue el buen o mal humor,
mucha alegría, risas y llanto…pero de felicidad,
que disfrutes los pequeños detalles que hacen
la grandeza de tu hermosa humanidad…
un toque de belleza, en tu interior,
y que no distinga lo superfluo del exterior…
un toque de sentimiento, que es lo que tu alma
desempeña mejor.
Hoy tan solo quiero regalarte unas frases,
símbolos y enseñanzas inequívocos que alguna vez
el Maestro os dejo…
“Paz a los hombres de buena voluntad”
“Lo que de la boca sale, del corazón procede”
“Yo soy el camino y la vida seguidme”
. En verdad, no hay tiranía, excepto en tu imaginación.
Puedes llegar a casa cuando quieras. Volveremos a estar juntos cuando quieras. El éxtasis de tu unión conmigo lo conocerás de nuevo. Y también la sensación del viento sobre tu rostro, y el sonido de un grillo bajo cielos diamantinos en una noche de verano.
A la primera señal de un arco iris y al primer grito de un bebé recién nacido. Al último rayo de un ocaso espectacular y a la última respiración de una vida espectacular.
Yo estoy contigo siempre hasta el fin mismo del tiempo. Tu unión conmigo es completa, siempre fue, siempre es, y siempre será.
Tu y Yo somos Uno, tanto hoy como en la Eternidad.
Haz que tus días y tus noches sean reflejos de la más alta idea de tu interior. Permite que tus momentos de Ahora estén plenos de un éxtasis espectacular de Dios hecho manifiesto a través de ti. Hazlo mediante la expresión de tu Amor, eterno e incondicional, por todos aquellos cuyas vidas tocas. Sé una luz en la oscuridad y no la maldigas.
Sé un portador de la luz.
Tú lo eres.
Selo plenamente.

viernes, 23 de abril de 2010

SIEMPRE ME ENSEÑARON EL TEMOR A DIOS


Lo sé y desde entonces has estado paralizado en tu relación Conmigo.
Sólo cuando dejas de temerme, podrás crear cualquier clase de relación significativa Conmigo.
Si pudiera darte cualquier don, o cualquier gracia especial, eso te permitiría encontrarme, eso sería arrojo.
Benditos sean los que no temen, porque ellos conocerán a Dios.
Eso significa que debes ser lo bastante osado como para olvidar lo que piensas que sabes acerca de Dios.
Debes ser lo suficientemente valiente para alejarte de lo que otros te han dicho sobre Dios.
Debes ser tan intrépido como para osar entrar en tu propia experiencia de Dios.
Entonces no debes sentir culpa por eso. Cuando tu propia experiencia viole lo que pensabas que sabías y lo que todos los demás te han dicho sobre Dios, no debes sentir culpa.
El temor y la culpa son los únicos enemigos del hombre.

Aún así, hay quien dice que hacer lo que Tú sugieres es negociar con el diablo; que sólo el diablo sugeriría algo así.

No hay diablo.

Eso es algo que también diría el diablo.

El diablo diría todo lo que Dios dice, ¿no es así?

Sólo que más inteligentemente.

¿El diablo es más inteligente que Dios?

Digamos que más astuto.

Entonces, ¿el diablo <> al decir que Dios diría?

Con un pequeño <>, sólo lo suficiente para sacar a uno del camino, para conducirlo por el camino equivocado

Creo que tenemos que hablar un poco sobre el <>.

Hablamos mucho sobre esto en el Libro 1.

En apariencia, no lo suficiente. Además, quizá algunas personas no leyeron el Libro 1 o el Libro 2. Por lo tanto, creo que un buen comienzo sería resumir algunas de las verdades que aparecen en esos libros. Eso establecerá la base para las verdades universales más grandes en este tercer libro. Hablaremos sobre el diablo desde el principio. Deseo que sepas cómo y por qué se inventó esa entidad.

Muy bien, de acuerdo. Tú ganas. Ya estoy en el diálogo y en apariencia va a continuar. Sin embargo, hay algo que la gente debe saber cuando yo inicié esta tercera conversación: ha transcurrido medio año desde que escribí las primeras palabras aquí presentadas. Hoy es el 25 de noviembre de 1994, el día siguiente al Día de Gracias. He tardado 25 semanas en llegar hasta aquí; 25 semanas desde tus últimas palabras que aparecen arriba, hasta mis palabras en este párrafo. Han sucedido muchas cosas durante esas 25 semanas. No obstante, algo que sucedió es que este libro no ha avanzado ni un centímetro. ¿por qué esta tomando tanto tiempo esto?

¿Te das cuenta cómo puedes bloquearte? ¿Comprendes cómo puedes sabotearte? ¿Comprendes cómo puedes detenerte de pronto cuando estás a punto de lograr algo bueno? Has hecho esto toda tu vida.

¡Hey, espera un minuto! No soy quién está obstruyendo este proyecto. No puedo hacer nada, no puedo escribir ni una sola palabra, a no ser que me sienta... Odio emplear esta palabra, pero supongo que tengo que hacerlo... inspirado para acercarme a este block de papel amarillo y continuar. ¡La inspiración es cosa Tuya, no mía!

Comprendo. Entonces, piensas que Yo me he estancado, no tú.

Sí, algo parecido.

Mi maravilloso amigo, esto es algo muy tuyo... y de otros seres humanos. Te sientas sobre las manos medio año, no haces nada acerca de tu mayor bien, en realidad, lo apartas de ti y después culpas a alguien o a algo ajeno a ti porque no llegas a ninguna parte. ¿No ves un patrón aquí?

Bueno...

Te diré esto: no hay un momento en que no esté contigo; nunca hay un momento en que no esté <>. ¿Acaso no te dije esto con anterioridad?

Bueno, sí, pero...

Siempre estoy contigo, incluso hasta el final del tiempo. No obstante, no impondré Mi voluntad sobre ti... nunca. Elijo el mejor bien para ti, pero principalmente, elijo tu voluntad para ti. Esta es la medida de amor más segura.
Cuando deseo para ti lo que tú deseas para ti, entonces, en verdad te amo. Cuando deseo para ti lo que yo deseo para ti, entonces, me estoy amando, a través de ti.
Por lo tanto, con la misma medida puedes determinar si otras personas te aman y si tú en verdad amas a los demás. El amor no elige nada para sí, sino que sólo busca hacer posibles las preferencias de la persona amada.

Eso parece contradecir en forma directa lo que tu dijiste en el Libro 1 acerca de que al amor no le preocupa lo que la otra persona es, hace y tiene, sólo lo que el Yo esta siendo, haciendo y teniendo.
Esto me hace formular otras preguntas, como... ¿qué hay acerca de la madre que le grita al niño, <<¡Aléjate de la calle!>> O mejor aún, que arriesga su propia vida al correr entre el tráfico para quitar de allí al niño? ¿Qué hay acerca de esa madre? ¿Acaso no está amando a su hijo? Sin embargo, impuso su propia voluntad. Recuerda que el niño estaba en la calle porque quería estar allí.
¿Cómo explicar estas contradicciones?

No hay contradicción; sin embargo, no puedes ver la armonía. No comprenderás esta doctrina divina acerca del amor, hasta que comprendas que para Mí, mi elección más preciada es la misma que la tuya. Esto se debe a que tú y Yo somos uno.
La Doctrina Divina es también una Dicotomía Divina y esto es porque la vida en sí es una dicotomía, una experiencia dentro de la cual dos verdades aparentemente contradictorias pueden existir en el mismo espacio y al mismo tiempo.
En este caso, las verdades en apariencia contradictorias son que tú y Yo estamos separados y que tú y Yo somos uno. La misma contradicción aparente se presenta en la relación entre tú y todos los demás.
Sostengo o que dije en el Libro 1: el error más grande que cometen las personas en las relaciones humanas es preocuparse por lo que la otra persona desea, es, hace o tiene. Deben preocuparse únicamente por el Yo. ¿Qué está siendo, haciendo o teniendo el Yo? ¿Qué desea, necesita o elige el Yo? ¿Cuál es la elección más preciada para el Yo?
Sostengo también otra afirmación que hice en ese libro: La elección más preciada para el Yo se convierte en la elección más preciada para otra persona, cuando el Yo comprende que no hay nadie más.
Por lo tanto, el error no está en elegir lo que es mejor para ti, sino en no saber lo que es mejor. Esto surge por no saber Quién Eres Realmente , mucho menos quién buscas ser.

No comprendo.

Permite que te dé un ejemplo. Si intentas ganar las 500 millas de Indianápolis, conduciendo a 240 kilómetros por hora, podría ser lo mejor para ti. No obstante, si tu intención es llegar a salvo al supermercado, no es la elección correcta.

Estás diciendo que todo es contextual.

Sí. Todo en la vida lo es. Lo que es <> depende de quién eres y quién intentas ser. No puedes elegir con inteligencia lo que es mejor para ti, hasta que inteligentemente decidas quién y qué eres.
Yo, como Dios, sé lo que intento ser. Por lo tanto, sé lo que es <> para Mí.

¿Y qué es eso? Dime, ¿qué es <> para Dios? Esto debe ser interesante...

Lo que es mejor para Mí es darte lo que decidas que es mejor para ti, porque lo que estoy tratando de ser es Yo mismo, expresado y lo estoy siendo a través de ti.
¿Estás comprendiendo esto?

Sí, lo creas o no, en realidad lo comprendo.

Bien. Ahora te diré algo que quizá se te dificulte creer.
Siempre te doy lo que es mejor para ti... aunque admito que no siempre lo sabes.
Este misterio aclara un poco que has empezado a comprender lo que me propongo.
Soy Dios.
Soy la Diosa.
Soy el ser Supremo. El Todopoderoso. El Principio y el Fin, Alfa y Omega.
Soy la Suma y la Substancia. La Pregunta y la Respuesta. Lo Superior y lo Inferior. La Izquierda y la Derecha. El Aquí y el Ahora. El Antes y el Después.
Soy la Luz y soy la Oscuridad que crea la Luz y la hace posible. Soy la Bondad sin fin y la <> que hace buena la <>. Soy todas estas cosas, el Todo de Todo y no puedo experimentar alguna parte de Mi Ser sin experimentar Todo Mi Ser.
Y esto es lo que no comprendes acerca de Mí. Deseas hacerme uno y no el otro. Lo alto y no lo bajo. El bien y no el mal. No obstante, al negar la mitad de Mí, niegas la mitad de tu Yo y al hacerlo, nunca puedes ser Quién Eres Realmente.
Soy el Todo Magnífico y lo que intento es conocerme experimentalmente. Hago esto a través de ti y a través de todo lo que existe. Estoy experimentando Mi Yo como magnífico mediante las elecciones que hago, puesto que cada elección es autocreativa. Cada elección es definitiva. Cada elección me representa. Esto es, representa a Mí y a Quién Yo Elijo Ser Ahora.
Sin embargo, no puedes elegir ser magnífico, a no ser que haya algo de lo cual elegir. Alguna parte de Mí debe ser menos que magnífica para que Yo elija la parte de Mí que es magnífica.
Lo mismo sucede contigo.
Soy Dios, en el acto de crear Mi Yo.
Tú también lo eres.
Esto es lo que tu alma anhela hacer. Esto es lo que ansía tu espíritu.
Si evitara que tuvieras lo que eliges, evitaría que Mi Yo tuviera lo que Yo elijo. Mi mayor deseo es experimentar Mi Yo como lo Que Soy. Como lo expliqué cuidadosa y esmeradamente en el libro 1, sólo puedo hacer lo que está en el espacio de lo Que No Soy.
Por este motivo, creé cuidadosamente lo Que No Soy, para poder experimentar lo Que Yo Soy.
Sin embargo, soy todo lo que creo; por lo tanto, Yo Soy, en un sentido, lo Que Yo No Soy.

¿Cómo alguien puede ser lo que no es?

Fácil. Lo haces todo el tiempo. Sólo observa tu comportamiento.
Trata de comprender esto. No hay nada que Yo no sea. Por lo mismo, Yo Soy lo que Yo Soy y Yo Soy Lo Que Yo No Soy.

ESTO ES DICOTOMÍA DIVINA.

Éste es el Misterio Divino que, hasta ahora, sólo las mentes más sublimes pueden comprender. Aquí te lo revelo de una manera en la que más personas puedan comprenderlo.
Éste era el mensaje del Libro 1 y debes comprender esta verdad básica, debes conocerla profundamente, si deseas entender y conocer las verdades incluso más sublimes que presentaré aquí, en el Libro 3.
Ahora, permite que mencione una de estas verdades más sublimes, ya que contiene la respuesta a la segunda parte de tu pregunta.

Esperaba que regresáramos a esa parte de mi pregunta. ¿Cómo es que la madre ama al niño, si dice o hace lo que es mejor para el hijo, incluso si tiene que contrariar la propia voluntad del niño para hacerlo? ¿O acaso la madre demuestra el amor más verdadero al permitir que el niño juegue en el tráfico?

Ésta es una pregunta maravillosa. Es la pregunta que formulan todos los padres, en una u otra forma, desde que empezó la paternidad. La respuesta es la misma para ti como padre, que para Mí como Dios.

Entonces, ¿cuál es la respuesta?

Paciencia hijo Mío, paciencia. <>. ¿Nunca has oído eso?

Sí, mi padre solía decirlo y yo lo odiaba.

domingo, 28 de marzo de 2010

¿ES AUTENTICO EL LIBRO DE CONVERSACIONES CON DIOS?



Estimado profesor Velmont: Me dirijo a usted para solicitarle información sobre el libro "Conversaciones con Dios", de Neale Donald Walsch. Según el autor no se trata de ficción sino de diálogos reales. ¿Es verdad lo que dice este libro o simplemente se trata de una excelente mistificación? Me interesaría sobremanera conocer su parecer.
Clara F.

RESPUESTA
Apreciada Clara: Desde ya te confirmo que el libro de Walsch es genuino y se trata de canalizaciones que el propio autor hizo, a través de la llamada "escritura automática", del propio Creador.
Como tú seguramente sabrás, nosotros también estamos en contacto telepático con el propio Absoluto, y por lo tanto aprovechamos para preguntarle sobre este libro y él mismo nos ratificó su autenticidad.
Pero el problema no pasa por aquí sino por la fidelidad de la traducción de los conceptos del Absoluto. Y aquí es donde la obra falla.
No debes olvidarte que el médium es solamente un traductor de los conceptos o ideas espirituales a palabras entendibles, y si traduce mal, el mensaje se desvirtúa.
La entidad que da el mensaje o dialoga con o a través del médium depende también de los conocimientos que éste tenga. De nada vale que la entidad transmita conceptos de física cuántica si el médium no sabe nada de física cuántica. El resultado puede ser impredecible y lo negro volverse blanco y lo blanco negro.
El otro problema que se plantea es el de los preconceptos que tenga el médium sobre determinado tema. Si el médium está convencido a rajatabla de que el verdadero padre de Jesús fue José, obviamente no admitirá transmitir que fue un romano -para más datos Herodes Antípater-, como nosotros sabemos.
Y lo mismo si confunde a Jesús (espíritu, 5º nivel) con Cristo (Logos dimensional. 7º nivel) como hace constantemente el autor.
No estoy invalidando el libro −tiene partes de enorme belleza y sabiduría−, pero tampoco puedo validarlo −tiene argumentos tan falaces que llegan a ser demenciales− sin cuestionarlo.
En resumen, es un libro que hay que leerlo muy alerta, con mucho discernimiento y sentido común, y tomando los conceptos no necesariamente como provenientes del Absoluto sino como la interpretación que de ellos hizo el propio médium.
En muchos aspectos, la obra de Walsch también adolece de supina ignorancia y falta de criterio, y así llega, a través de mala canalización, a conclusiones verdaderamente absurdas y aun perversas.
Por ejemplo, Walsch le hace decir a Dios: "Yo te digo que no hay 'manzanas podridas', sólo hay personas que discrepan de tu punto de vista, seres que construyen un modelo diferente del mundo. Ninguna persona hace nada inadecuado, según su modelo del mundo". Y más adelante le hace decir: "Las ideas de la gente sobre el Bien y el Mal cambian y han cambiado una y otra vez de cultura a cultura, de época a época, de religión a religión, de lugar a lugar. Incluso de familia a familia y de persona a persona. Lo que muchas personas calificaban de 'bueno' en una época, quemar a individuos en la hoguera por lo que se consideraba brujería, hoy en día se juzga como 'malo'. Una definición de 'bueno' y 'malo' es una definición no sólo establecida por la época, sino también por simple geografía. Algunas actividades en este planeta son ilegales en un lugar, y en otro, a unos cuantos kilómetros de distancia, son legales. Y así, cuando se juzga a una persona por haber hecho algo 'malo' no se trata de lo que ha hecho la persona realmente, sino de dónde lo ha hecho".
Esta argumentación, que Walsch le atribuye a Dios, es particularmente falaz, porque confunde la moralidad y la legalidad con la Ética, confusión inadmisible si fuera realmente el Creador el que da el mensaje.
Es cierto que lo legal o lo ilegal y lo moral o lo inmoral dependen del lugar, y también es cierto que lo que es ilegal en un lugar puede ser legal en otro y lo que es moral en un lugar puede ser inmoral en otro.
Pero lo que no es cierto es que éstos sean los parámetros para juzgar sobre lo que está bien y lo que está mal, porque para eso está la Ética. La Ética no se confunde con la moralidad o la legalidad, porque lo que es ético en un lugar es ético en todos los lugares, y lo que no es ético en un lugar no es ético en ningún otro lugar.
La moral no tiene nada que ver con la Ética, porque la moralidad cambia con las épocas y en cambio la Ética nunca cambia.
¿Qué es, en definitiva, la ética? La ética es, fundamentalmente, "la racionalidad hacia el nivel más alto de supervivencia para el individuo, la raza futura, el grupo, la humanidad y las otras dinámicas tomadas colectivamente. Ética es razón. El más alto nivel de ética sería: conceptos de supervivencia a largo plazo con mínima destrucción, a través de cualquiera de las dinámicas".
Esto significa, lisa y llanamente, tomando como ejemplo a la prostitución o a la pena de muerte, que no importa si está legalizada o se considera moral en una determinada época o en un determinado lugar, siempre se trata de instituciones que están en contra de la supervivencia de todas las dinámicas, especialmente de la primera, es decir, de la de la propia persona que la ejerce (la prostitución) o la padece (la pena de muerte).
Naturalmente que la prostitución y la pena de muerte se las ha justificado de mil maneras, pero eso no cambia el hecho irrefutable de que atentan contra la supervivencia.
Lo que Walsch le hace decir a Dios es perverso porque permite justificar cualquier atrocidad, incluso el Holocausto judío. Y con esto llegamos al máximo disparate, porque siguiendo su falaz argumentación, le hace decir a Dios que "Hitler se fue al cielo".
Para justificarlo, pone toda la responsabilidad del Holocausto en Dios: "Cada acontecimiento es un acto de Dios. ¿Te imaginas que podría tener lugar un suceso si yo no lo quisiera? ¿Piensas que podrías levantar siquiera tu dedo meñique si Yo elijo que no lo hagas? No podrías hacer nada si Yo me opongo.". Y con respecto a Hitler, le hace decir a Dios: "Yo se lo permití. entonces fue Mi Voluntad que actuara así".
Los disparates siguen: "Después de que cambias de forma (al morir) ya no existen las consecuencias, sólo hay conocimiento. Las consecuencias son un elemento de la relatividad. No tienen lugar en lo Absoluto".
¿Cómo llega Walsch a argumentar tan disparatadamente? La respuesta es simple: el autor le tiene tanto miedo a las consecuencias de sus propios actos para después de la muerte, que simplemente niega que haya infierno, haciéndole decir a Dios: "Hitler fue al Cielo por estas razones: No hay infierno, por lo que no había otro lugar para él. Sus acciones fueron lo que tú llamarías equivocaciones −las acciones de un ser sin evolucionar− y las equivocaciones no son castigables por condena, sino que se trata de proporcionar la oportunidad de corrección, de evolución. Los errores que Hitler cometió no causaron ningún daño o perjuicio a aquellos cuyas muertes ocasionó. Esas almas fueron liberadas de su cautiverio terrenal, como mariposas que emergen de su capullo. Las personas que quedan atrás lamentan esas muertes debido únicamente a que desconocen el júbilo del cual están gozando ahora esas almas. Nadie que haya experimentado la muerte lamenta el fallecimiento de otra persona".
¡Hermosa manera tiene Walsch de justificar la pena de muerte, las guerras, los asesinatos!
Aunque lo aberrado de toda esta argumentación surge evidente, no estará de más formular algunas observaciones, todas basadas en las enseñanzas de los Maestros de Luz.
No existe un Cielo como lo plantean las religiones y también el propio Walsch, sino que existen distintos niveles vibratorios donde el espíritu, desencarnado o encarnado (en este último caso el llamado Yo Superior, alma o Thetán), habita según sus merecimientos y desarrolla determinadas actividades: los de los niveles 4 (de Maestría) y 5 (de Luz) se dedican fundamentalmente al Servicio; los de los niveles 2 y 3, a luchas de poder.
Es verdad lo que dice la Biblia respecto a que Jesús descendió en espíritu a "los infiernos", pero no es verdad que éste sea un lugar de castigo porque no hay ningún "dios castigador" (si se admite que existe un dios castigador también habría que admitir que hay un dios que se ofende, lo cual sería ya el colmo de las tonterías).
Sucede, simplemente, que si un ser acumula actos hostiles en contra de sus semejantes su espíritu se "carga", por así decirlo, de energía negativa que opaca o densifica su espiritualidad, es decir, su Luz, y como consecuencia de ello desciende de plano, de la misma forma que si una persona se arroja al agua con cien kilos de plomo se hunde hasta el fondo, no como sanción sino como consecuencia de una ley natural.
Tampoco es cierto que se trate de un lugar donde existe el fuego, ya que se trata de algo más sutil: el espíritu que cometió actos hostiles en contra de sus semejantes siente en sí mismo el sufrimiento que causó a otros. ¿Cómo no va a existir un lugar así?
Sin embargo, de este lugar se sale muy fácil, porque basta que el espíritu aprenda la suprema lección de que al semejante hay que respetarlo. Y así, en el mismo momento en que en lugar de pensar en su propio sufrimiento piensa en el sufrimiento del otro, automáticamente se eleva. Así de sencillo.
Más adelante, Walsch se supera a sí mismo en el disparate: "El propósito de la experiencia de Hitler fue que la humanidad se mostrara a sí misma. La experiencia de Hitler −como la experiencia de Cristo [aquí confunde a Jesús con Cristo]− es profunda en sus implicaciones y en las verdades que reveló acerca de la humanidad. Hitler fue al Cielo porque no hizo nada malo. Simplemente actuó como actuó. El estableció un criterio, impuso un parámetro, un margen contra los cuales podíamos medir y limitar nuestras ideas acerca de nosotros mismos. Cristo hizo lo mismo en el otro extremo del espectro. Hitler no perjudicó a nadie. En un sentido no causó sufrimiento, lo terminó".
¿Es necesario que continúe para que te des cuenta de que Walsch inventó toda esta argumentación basado en la falsa premisa de que no hay ningún infierno y de que después de la muerte solamente hay un mítico cielo?
A continuación, y para más datos, te transcribo los diálogos que he mantenido con Eón (el Absoluto) sobre este libro.

Interlocutor: . Hay un libro escrito por Neale Donald Walsch titulado "Conversaciones con Dios". En realidad son tres tomos los que hasta ahora han aparecido y se han vendido una enormidad. ¿Los dictó usted?
Eón: Así es. Ese autor que citas me ha canalizado, y lo ha hecho incluso antes que el propio Johnakan.
Interlocutor: ¿Hay algún problema con ese libro? Me refiero a si hay que creerlo a pies juntillas o tomarlo con pinzas, como se dice vulgarmente.
Eón: El libro tiene un problema, quizás no grave, y que no invalida su lectura para aquellos espíritus encarnados que quieran interiorizarse de su contenido. Pero hay muchas cosas que han impedido la fluidez de la canalización.
Interlocutor: ¿Por ejemplo?
Eón: Los condicionamientos egoicos de este canalizador, que han modificado los dictados, sea agregándole mensajes que no he dado o directamente suprimiendo muchos de ellos.
Pero esto no ocurre solamente en los canalizadores terrestres, sino también de otros mundos.
Interlocutor: ¿Qué características tendría que tener un buen canalizador para no tergiversar los mensajes?
Eón: Simplemente tendría que estar libre de condicionamientos, porque cuando el canalizador está imbuido de muchos preconceptos no puede evitar poner parte de sí en los mensajes.
Interlocutor: ¿Los tres tomos de la serie fueron dictados por usted?
Eón: Así es. Fueron recepcionados en distintas temporadas.
Interlocutor: Estas alteraciones de la que usted habla ¿fueron de alguna manera a sabiendas? Me refiero, por ejemplo, a que pone como padre de Jesús a José, cuando se sabe que su padre biológico fue Herodes Antípater.
Eón: No, no fueron a sabiendas. El autor escribió lo que de buena fe creyó que recibía de mí. Fueron sus condicionamientos, sus preconceptos, sean religiosos, sean morales, sean espirituales, los responsables de las alteraciones.
Interlocutor: Me gustaría poner en nuestro sitio web algún comentario sobre este libro. La pregunta es si lo valido o lo invalido.
Eón: No se lo puede invalidar, pero tampoco se lo puede validar hasta no filtrarlo, porque hay muchas cosas, que sin ser perniciosas, pueden llegar a provocar desidia.
Fíjate que hay textos de un supuesto comando, el comando Asthar, que en realidad se trata de seres de Luz del 5º plano, que fue mal canalizado, donde se le da prioridad al Ser y no, como en realidad es lo correcto, al Hacer.
Interlocutor: ¿El error de dar prioridad al Ser y no al Hacer provino exclusivamente del canalizador?
Eón: No solamente del canalizador, sino también de esos espíritus de Luz. No te olvides que dentro de los mismos espíritus de Luz puede haber conceptos erróneos. Y no por eso bajan de nivel. Simplemente tienen interpretaciones distintas.
Y esto es lo que hay que recalcar, que el 99 % de los seres que canalizan, o aquellos maestros que no canalizan pero brindan enseñanzas espirituales, dejan de lado el Servicio, haciendo hincapié únicamente en el Ser. El Hacer, es decir, el Servicio, es lo más importante, mucho más aún que el Ser.
Esta persona que me ha canalizado, Neale Donald Walsch, no es que omita, sino que no le da prioridad a la parte del Servicio. Habla más del Ser y del Trascender que del Hacer.
Y como dijera mi receptáculo -y por eso es tan valioso su mensaje-, "sólo se trasciende con la Obra".

domingo, 21 de marzo de 2010

Frases del libro Conversaciones con Dios I




Queridos amigos, aquí les dejo una selección de frases del libro Conversaciones con Dios I y abajo información sobre el grupo que creé en Facebook para charlar un poco sobre este maravilloso libro.

Frases:

“Para cada circunstancia hay un don, y en cada experiencia se oculta un tesoro”

“En la medida en que albergues la noción de que hay alguien o algo ajeno que “te hace algo” perderás la capacidad de actuar por tí mismo”

“Sólo hay una razón para hacer algo: que ese algo sea una afirmación ante el universo de quién eres”

“No puedes cambiar el acontecimiento externo, de modo que debes cambiar la experiencia interna”

“No juzgues ni condenes puesto que no sabes por qué ocurren las cosas ni con qué fin”

“Aquello que condenes te condenará y un día serás aquello que juzgas”

“El cielo (como lo llamaís) no está en ninguna parte. Y, de estarlo, estaría aquí y ahora”

“No existen los caminos equivocados puesto que en este viaje no puedes dejar de ir hacia donde vas”

“La vida no tiene nada de espantoso si no te preocupas por los resultados”

“Seguir el juego espiritual significa dedicar toda tu mente, todo tu cuerpo, toda tu alma al proceso de crearte a tí mismo a imagen y semejanza de Dios”

“Tu vida es siempre el resultado de tus pensamientos acerca de ella, incluyendo tu pensamiento -obviamente creador- de que rara vez obtienes lo que deseas”

viernes, 19 de marzo de 2010

UN MILAGRO DE UN DOLAR CON DIEZ CENTAVOS



Con mucho cariño, que Dios te bendiga.


Una pequeña niña fue
a su habitación y sacó un frasco
que estaba escondido en su closet.


Esparció su contenido en el suelo y
contó con cuidado. Tres
veces, incluso. el total fue contado a la
perfección. No había cabida a errores.


Con cuidado regresó las monedas al frasco
y cerrando la tapadera, ella
salió sigilosamente por la puerta trasera y caminó
6 cuadras hasta la Farmacia de Rexall, que
tenía un gran signo de jefe indio sobre la puerta.


Ella esperó pacientemente a
que el farmacéutico le prestara atención,
pero estaba muy ocupado por el momento


Tere movió sus pies para que rechinaran
sus zapatos. Nada. Se aclaró la garganta
lo mas fuerte que pudo.
No sirvió de nada, finalmente tomó
25 centavos del frasco y tocó en
el mostrador de cristal. Con eso fue suficiente!

'Y que es lo que quieres? ' le preguntó el
farmacéutico con tono de disgusto
en la voz. Estoy hablando con mi hermano
que viene de Chicago y no lo he visto en años, le dijo el farmaceutico

Bueno, quiero hablarle acerca de mi hermano ' , Tere le contestó
con el mismo tono de impaciencia. ' El está
realmente muy, muy enfermo . . . y quiero
comprar un milagro ' .


'Perdon ? '
dijo el farmacéutico.


'Su nombre es Andrés y algo malo ha
estado creciendo en su cabeza y mi papi
dice que solo un milagro puede salvarlo,
ahora dime,
cuanto cuesta un milagro.


'Nosotros no vendemos milagros aqui, chiquita.
Lo siento pero no puedo ayudarte ' , dijo
el farmacéutico, con voz suave.

Oye, tengo dinero para pagarlo. Si
no es suficiente, conseguiré
lo que falte. solo dime cuanto cuesta '


El hermano del farmacéutico que era un hombre
muy bien vestido. Intervino y le
preguntó a la niñita, ' Que clase de
milagro necesita tu hermano? '

'No sé, replicó Tere, con los
ojos muy abiertos. Yo solo se que está muy enfermo
y mami dice que necesita una
operación. Pero mi papi no puede pagarla,
por eso quiero usar mi dinero '
'Cuánto tienes? ' , le preguntó el hombre de Chicago


'Un dólar con diez y once centavos ' , contestó Tere,
apenas audible.

Y ese es todo el dinero
que tengo, pero puedo conseguir mas si es necesrio '


'Bueno, que coincidencia ' , sonrió el hombre.


'Un dólar y once centavos---el precio exacto
de un milagro para los hermanitos ' .

El tomó el dinero en sus manos y con
la otra sostuvo su manita enguantada
y dijo ' Lleváme a donde vives. Quiero
ver a tu hermano y conocer a tus padres.
Veamos si tengo el milagro que necesitas '


Ese hombre bien vestido era el Dr. Carlton
Armstrong, un cirujano especializado en neuro-cirujía.
La operacion fue completamente gratis y sin
cargo alguno por su estancia en el hospital, hasta que
Andrés regreso sano a casa.

Mami y papi comentaron felices de
la cadena de eventos que les trajo a todo
esto.

'Esa cirujía ' , susurraba su madre, ' fue un
milagro real. Ya me imagino cuanto
podría costar?

Tere sonrió. Ella sabía exactamente cuanto
cuesta un milagro. . . un dólar con once
centavos. . .mas la fe de una chiquilla.


En nuestras vidas nunca sabemos cuantos
milagros vamos a necesitar.

Un milagro no es la suspención de una ley natural
sino la implementación de una ley superior.
Yo se que mantendrás la pelota en movimiento!




YO TE JURO

Cuando estes triste. . .Secaré tus lagrimas
Cuando tengas miedo. . . calmaré tus miedos.

Cuando estes preocupado .. . . te daré esperanza.

Cuando estes confundido. . .te ayudaré
a encontrar tu camino.


Y cuando estas perdido.. . .y no puedas ver la
luz, yo seré tu faro . . .Brillando radiante.


Este es mi juramento .. . . que sostengo hasta el final.

Que mas podrías pedir.. . .Si tu eres mi amigo.


Firma: Dios

viernes, 12 de marzo de 2010

LA CULPA Y EL TEMOR SON LOS UNICOS ENEMIGOS DEL HOMBRE



La culpa es importante. Nos indica que actuamos mal.

<>... no hay tal cosa. Sólo hay lo que no te sirve; que no dice la verdad acerca de Quién Eres y Quién Eliges Ser.
La culpa es el sentimiento que te mantiene apegado a quién no eres.

Sin embargo, la culpa es el sentimiento que al menos nos permite notar que erramos el camino.

Estás hablando de consciencia, no de culpa. Te diré esto. La culpa es una plaga en la tierra, el veneno que mata la planta.
No crecerás a través de la culpa, sino que sólo te marchitarás y morirás.
La consciencia es lo que buscas. No obstante, la consciencia no es culpa y el amor no es temor.
Repito que el temor y la culpa son tus únicos enemigos. El amor y la consciencia son tus verdaderos amigos. No debes confundir uno con el otro, puesto que uno te matará, mientras que el otro te da vida.

Entonces, ¿no debo sentir <> por nada?

Nunca, jamás. ¿Qué bien hay en eso? Únicamente te permite no amarte a ti mismo y eso mata cualquier posibilidad de que puedas amar a otra persona.

¿Y no debo temer nada?

El temor y la precaución son dos cosas diferentes. Sé precavido, sé consciente, pero no seas temeroso. El temor sólo paraliza, mientras que la consciencia moviliza.
Debes movilizarte, no paralizarte.

Siempre me enseñaron el temor a Dios.

Lo sé y desde entonces has estado paralizado en tu relación Conmigo.
Sólo cuando dejas de temerme, podrás crear cualquier clase de relación significativa Conmigo.
Si pudiera darte cualquier don, o cualquier gracia especial, eso te permitiría encontrarme, eso sería arrojo.
Benditos sean los que no temen, porque ellos conocerán a Dios.
Eso significa que debes ser lo bastante osado como para olvidar lo que piensas que sabes acerca de Dios.
Debes ser lo suficientemente valiente para alejarte de lo que otros te han dicho sobre Dios.
Debes ser tan intrépido como para osar entrar en tu propia experiencia de Dios.
Entonces no debes sentir culpa por eso. Cuando tu propia experiencia viole lo que pensabas que sabías y lo que todos los demás te han dicho sobre Dios, no debes sentir culpa.
El temor y la culpa son los únicos enemigos del hombre.

Aún así, hay quien dice que hacer lo que Tú sugieres es negociar con el diablo; que sólo el diablo sugeriría algo así.

No hay diablo.

Eso es algo que también diría el diablo.

El diablo diría todo lo que Dios dice, ¿no es así?

Sólo que más inteligentemente.

¿El diablo es más inteligente que Dios?

Digamos que más astuto.

Entonces, ¿el diablo <> al decir que Dios diría?

Con un pequeño <>, sólo lo suficiente para sacar a uno del camino, para conducirlo por el camino equivocado

Creo que tenemos que hablar un poco sobre el <>.

Hablamos mucho sobre esto en el Libro 1.

En apariencia, no lo suficiente. Además, quizá algunas personas no leyeron el Libro 1 o el Libro 2. Por lo tanto, creo que un buen comienzo sería resumir algunas de las verdades que aparecen en esos libros. Eso establecerá la base para las verdades universales más grandes en este tercer libro. Hablaremos sobre el diablo desde el principio. Deseo que sepas cómo y por qué se inventó esa entidad.

Muy bien, de acuerdo. Tú ganas. Ya estoy en el diálogo y en apariencia va a continuar. Sin embargo, hay algo que la gente debe saber cuando yo inicié esta tercera conversación: ha transcurrido medio año desde que escribí las primeras palabras aquí presentadas. Hoy es el 25 de noviembre de 1994, el día siguiente al Día de Gracias. He tardado 25 semanas en llegar hasta aquí; 25 semanas desde tus últimas palabras que aparecen arriba, hasta mis palabras en este párrafo. Han sucedido muchas cosas durante esas 25 semanas. No obstante, algo que sucedió es que este libro no ha avanzado ni un centímetro. ¿por qué esta tomando tanto tiempo esto?

¿Te das cuenta cómo puedes bloquearte? ¿Comprendes cómo puedes sabotearte? ¿Comprendes cómo puedes detenerte de pronto cuando estás a punto de lograr algo bueno? Has hecho esto toda tu vida.

¡Hey, espera un minuto! No soy quién está obstruyendo este proyecto. No puedo hacer nada, no puedo escribir ni una sola palabra, a no ser que me sienta... Odio emplear esta palabra, pero supongo que tengo que hacerlo... inspirado para acercarme a este block de papel amarillo y continuar. ¡La inspiración es cosa Tuya, no mía!

Comprendo. Entonces, piensas que Yo me he estancado, no tú.

Sí, algo parecido.

Mi maravilloso amigo, esto es algo muy tuyo... y de otros seres humanos. Te sientas sobre las manos medio año, no haces nada acerca de tu mayor bien, en realidad, lo apartas de ti y después culpas a alguien o a algo ajeno a ti porque no llegas a ninguna parte. ¿No ves un patrón aquí?

Bueno...
Te diré esto: no hay un momento en que no esté contigo; nunca hay un momento en que no esté <>. ¿Acaso no te dije esto con anterioridad?

miércoles, 10 de febrero de 2010

ALGUNA VEZ TE PREGUNTASTE ESTO?



Deja de formular juicios contra ti mismo. Simplemente haz la lista.
Conforme. Bueno, aquí están las que se me ocurren en este momento.
1. ¿Cuándo «despegará» finalmente mi vida? ¿Qué necesita para «entrar en razón» y alcanzar un mínimo de éxito? ¿Terminará alguna vez esta lucha?
2. ¿Cuándo aprenderé lo bastante sobre las relaciones para que las Mías vayan como la seda? ¿Hay alguna manera de ser feliz en las relaciones? ¿Tienen que suponer siempre un reto constante?
3. ¿Por qué parece que nunca en mi vida puedo conseguir dinero suficiente? ¿Estoy destinado a apretarme el cinturón y pasar apuros económicos durante el resto de mi vida? ¿Qué es lo que me impide realizar mi pleno potencial en este aspecto?
4. ¿Por qué no puedo hacer lo que realmente quiero hacer con mi vida y a pesar de ello ganar lo suficiente para vivir?
5. ¿Cómo puedo resolver algunos de los problemas de salud que padezco? He sido víctima de bastantes problemas crónicos durante toda mi vida. ¿Por qué los sigo teniendo?
6. ¿Cuál es la lección kármica que se supone que debo asimilar aquí? ¿Qué intento aprender?
7. ¿Hay algo parecido a la reencarnación? ¿Cuántas vidas anteriores he tenido? ¿Qué fui en ellas? ¿Es real la «deuda kármica»?
8. A veces tengo la sensación de ser un médium. ¿Existe algo parecido a «ser un médium»? ¿Lo soy yo? La gente que afirma que lo es ¿«pacta con el diablo»?
9. ¿Es correcto ganar dinero haciendo el bien? Si yo decido realizar una obra de reconciliación en el mundo -la obra de Dios-, ¿puedo hacerlo y, a la vez, disfrutar de abundancia económica? ¿O bien ambas cosas son mutuamente excluyentes?
10. ¿Es bueno el sexo? ¡Vamos, que cuál es el meollo de esta experiencia humana! ¿El objetivo del sexo es puramente la procreación, como afirman algunas religiones? ¿Es cierto que la santidad y la iluminación se obtienen mediante la negación -o transmutación- de la energía sexual? ¿Es correcto practicar el sexo sin amor? La sensación física ¿es suficiente razón para justificarlo?
11. ¿Por qué hiciste del sexo una experiencia humana tan buena, tan impresionante y tan poderosa, si todo lo que debemos hacer es apartarnos de él todo lo posible? ¿Qué pasa? En este sentido, ¿por qué todas las cosas divertidas «o engordan o son pecado»?
12. ¿Hay seres vivos en otros planetas? ¿Nos han visitado? ¿Nos están observando? ¿Veremos alguna evidencia -irrefutable e indiscutible- de vida extraterrestre durante nuestra vida? ¿Cada forma de vida tiene su propio Dios? ¿Y Tú eres el Dios de todas ellas?
13. ¿Se realizará alguna vez la utopía en el planeta Tierra? ¿Se mostrará alguna vez Dios a las gentes de la Tierra, como prometió? ¿Habrá algo parecido a la Segunda Venida? ¿Habrá alguna vez un Fin del Mundo, o un apocalipsis, tal como lo profetiza la Biblia? ¿Hay una religión que sea la verdadera? Y si es así, ¿cuál de ellas?
Estas son sólo algunas de mis preguntas. Como he dicho, tengo centenares más. Algunas de ellas me resultan embarazosas: me parecen propias de alguien inmaduro. Pero, por favor, contéstamelas una por una, y «hablemos» de ellas.
Bueno.
Ahora empezamos. No te disculpes por esas preguntas. Son preguntas que hombres y mujeres se han estado formulando durante cientos de años. Si las preguntas fueran tan tontas, no serían formuladas por una generación tras otra. Así que vayamos a la primera de ellas.
He establecido leyes en el universo que te permiten tener –crear- exactamente lo que quieras. Dichas Leyes no pueden ser violadas, ni pueden ser ignoradas. Estás obedeciendo esas leyes ahora mismo, incluso mientras escribes esto. No puedes dejar de cumplirlas, pues es así como funcionan las cosas. No puedes apartarte de ellas; no puedes actuar al margen de ellas.
Cada minuto de tu vida has estado actuando dentro de ellas; y, así todo lo que has experimentado lo has creado tú.
Formas sociedad con Dios. Compartimos un convenio eterno. Mi compromiso para contigo consiste en darte siempre lo que me pidas. Tú compromiso consiste en pedírmelo; en entender el proceso de la petición y la concesión. Ya te he explicado antes este proceso. Lo haré de nuevo, para que lo entiendas de una manera clara.
Eres un ser triple. Te compones de cuerpo, mente y espíritu. También puedes denominarlo lo físico, lo no físico y lo meta-físico. Esta es la Santa Trinidad, y se la ha llamado de muchas maneras.
Lo que mismo que tú eres, también Yo lo soy. Me manifiesto como Tres-En-Uno. Algunos de vuestros teólogos lo han llamado Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Vuestros psiquiatras han reconocido también este triunvirato, y lo han llamado «consciente», «subconsciente» y «superconsciente».
Vuestros filósofos lo han llamado el «ello», el «yo» y el «súper-yo».
La ciencia lo llama «energía», «materia» y «antimateria».
Los poetas hablan de «mente», «corazón» y «alma». Los pensadores de la Nueva Era aluden a «cuerpo», «mente» y «espíritu».
Vuestro tiempo se divide en «pasado», «presente» y «futuro». ¿No podría ser lo mismo que «subconsciente», «consciente» y «superconsciente»?
El espacio se divide igualmente en tres categorías: «aquí», «allí» y «el espacio intermedio».
Definir y describir este «espacio intermedio» resulta difícil, escurridizo. En el momento en que empiezas a definirlo o describirlo, el espacio que describes se convierte en «aquí» o «allí». Sin embargo, sabemos que este «espacio intermedio» existe. Es lo que mantiene al «aquí» y al «allí» en su sitio; del mismo modo que el eterno ahora mantiene al «antes» y al «después» en su sitio.
Estos tres aspectos de tu ser son, en realidad, tres energías. Podrías llamarlas pensamiento, palabra y acción. Las tres juntas producen un resultado; lo que, en vuestro lenguaje y según vuestros conocimientos, se denomina un «sentimiento», o «experiencia».
Tu alma (subconsciente, ello, espíritu, pasado, etc.) es la suma total de todos los sentimientos que has tenido (creado). Tu conciencia de algunos de ellos se denomina «recuerdo». Cuando tienes un recuerdo, se habla de re-membrar. Es decir, juntar de nuevo. Reunir de nuevo las partes.
Cuando reúnas de nuevo todas tus partes, habrás re-membrado Quien Realmente Eres.
El proceso de creación se inicia con el pensamiento; una idea, concepto o imagen mental. Todo lo que ves fue una vez idea de alguien. Nada existe en vuestro mundo que no haya existido antes como pensamiento puro.
Eso es cierto también respecto al universo.
El pensamiento es el primer nivel de la creación.
A continuación viene la palabra. Todo lo que se dice es pensamiento expresado. Es creador, y emite energía creadora al universo. Las palabras son más dinámicas (por lo tanto, algunas pueden ser más creadoras) que el pensamiento, puesto que las palabras constituyen un nivel de vibración distinto de el del pensamiento. Trastornan (cambian, alteran, afectan) al universo, causando un gran impacto.
Las palabras constituyen el segundo nivel de creación.
A continuación viene la acción.
Las acciones son palabras en movimiento. Las palabras son pensamientos expresados. Las ideas son energías reunidas. Las energías son fuerzas liberadas. Las fuerzas son elementos existentes. Los elementos son partículas de Dios; porciones del Todo, la sustancia de todo.
El principio es Dios. El final es la acción. La acción es Dios creando, o Dios experimentado.
Tu pensamiento acerca de ti mismo es que no eres lo bastante bueno, lo bastante maravilloso, lo bastante puro, para ser una parte de Dios, para formar sociedad con Dios. Has negado durante tanto tiempo Quién Eres, que lo has olvidado.
Esto no ha ocurrido por azar; no es una casualidad. Forma parte de un plan divino, puesto que no podrías afirmar, crear ni experimentar Quién Eres, si ya lo fueras. Primero era necesario que rompieras (negaras, olvidaras) tu vínculo conmigo, con el fin de experimentarlo plenamente mediante su creación plena, mediante su surgimiento, ya que tu más grandioso deseo -y Mi más grandioso deseo- era que te experimentaras a ti mismo como la parte de Mí que eres. Así pues, estás en proceso de experimentarte a ti mismo creándote a ti mismo de nuevo en cada momento.
Al igual que Yo lo estoy; a través tuyo.
¿Ves la sociedad? ¿Comprendes sus implicaciones? Se trata de una sagrada colaboración; realmente, de una sagrada comunión.
Así tu vida «despegará» cuando decidas que lo haga. Hasta ahora no lo has decidido. Te has entretenido, lo has aplazado, has protestado. Ahora es el momento de que produzcas lo prometido. Para hacerlo, debes creer la promesa, y vivirla. Debes vivir la promesa de Dios.
La promesa de Dios es que tú eres Su hijo. Su descendencia. Su semejante. Su igual.
¡Ah!... aquí es donde el asunto se complica. Puedes aceptar lo de «Su hijo», «descendencia» y «semejante», pero rechazas ser llamado «Su igual». Aceptar eso es demasiado. Demasiada grandeza, demasiado asombroso; demasiada responsabilidad, puesto que, si eres igual a Dios, eso significa que nada se te da a ti, sino que todo es creado por ti. Ya no puede haber víctimas ni malvados; sólo resultados de tu pensamiento respecto a algo.
Te lo aseguro: todo lo que ves en tu mundo es el resultado de tu idea sobre ello.
¿Quieres que tu vida «despegue» realmente? Entonces, cambia tu idea sobre ella. Sobre ti. Piensa, actúa y habla como el Dios que eres.
Por supuesto, esto te alejará de muchos -de la mayoría- de tus semejantes. Te llamarán loco. Te acusarán de blasfemo. Finalmente se hartarán de ti, y tratarán de crucificarte.
Actuarán así; no porque piensen que tu vives en un mundo producto de tus propias ilusiones (la mayoría de los hombres son lo bastante amables como para permitirte tus diversiones privadas), sino porque, antes o después, otros se sentirán atraídos por tu verdad, por las promesas que ésta encierra para ellos.
Y es en este momento cuando intervendrán tus semejantes, porque será en este momento cuando empezarás a representar una amenaza para ellos, ya que tu sencilla verdad, sencillamente vivida, ofrecerá más belleza, más bienestar, más paz, más alegría y más amor hacia uno mismo y hacia los demás que todo lo que tus colegas terrenales puedan idear.
Y adoptar esa verdad significaría el fin de sus costumbres. Significaría el fin del odio y del temor, de la guerra y la intolerancia. El fin de todas las condenas y asesinatos que se han cometido en Mi nombre. El fin de «la ley del más fuerte». El fin de la lealtad y el homenaje por el temor. El fin del mundo tal como lo conocéis; y como vosotros lo habéis creado hasta ahora.
De modo que estate preparada, alma buena; puesto que serás vilipendiada y despreciada, insultada y abandonada, y finalmente te acusarán, te juzgarán y te condenarán -todo ello a su manera- desde el momento en que aceptes y adoptes tu sagrada causa: la realización del Yo. Entonces, ¿por qué hacerlo?
Porque ha dejado de preocuparte la aceptación o aprobación del mundo. Ha dejado de satisfacerte lo que ésta te ha aportado. Ha dejado de complacerte lo que les ha dado a otros. Quieres que cese el dolor, que cese el sufrimiento; que termine la ilusión. Estás harto de este mundo tal como es actualmente. Aspiras a un mundo nuevo.
Deja de aspirar a él. Ahora, haz que surja.
¿Puedes ayudarme a entender mejor cómo hacerlo?
Sí. Fíjate primero en tu Más Alto Pensamiento sobre ti mismo. Imagina cómo serías si vivieras ese pensamiento cada día. Imagina lo que pensarías, harías y dirías, y cómo responderías a lo que los demás hicieran o dijeran.
¿Ves alguna diferencia entre esta proyección y lo que piensas, haces y dices ahora?
Sí. Veo una gran diferencia.
Bueno. Debes verla, puesto que sabemos que en este momento no estás viviendo tu más alta visión de ti mismo. Ahora bien, una vez vistas las diferencias entre dónde estás y dónde quieres estar, empieza a cambiar -cambiar conscientemente- tus pensamientos, palabras y acciones, igualándolos con tu magnífica visión.